GENERAL RAFAEL URDANETA EN DIFICULTADES
El 18 de octubre de 1839, ya viejo prematuro y enfermo, el general en jefe Rafael Urdaneta solicita una pensión de inválido para poder subsistir al lado de su numerosa familia:
"Yo achacoso y casi ciego, me acerco al fin de una vida de rigores y privaciones, de movimientos y de peligros; pero lleno de noble orgullo y de inexplicable gozo, porque vi nacer a la República, la acompañé bien en su peligrosa infancia, expuse mi vida mil veces por la suya, y en fin he tenido la dicha de sacrificarle mis años floridos, mi salud, mi vista, y hasta la suerte de mis hijos".
Urdaneta fallece el 23 de agosto de 1945 muy enfermo en París, Francia, de una patología que venía padeciendo, y sin embargo, por servirle a la patria que él ayudó a libertar, aceptó ser ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Venezuela ante el Gobierno de España para entregar las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, de Paz y Amistad.
En esa ciudad, antes de morir, se le comentó la conveniencia de hacer un testamento, a lo que el zuliano respondió: "Solo tengo y dejo una viuda y once hijos en la mayor pobreza".
Por: Agustín Arteaga