CENTRO RAFAEL URDANETA, CRU, ZULIA
El 25 de mayo de 1988, se crea en el Zulia el Centro Rafael Urdaneta, CRU, con el fin primordial de desarrollar el plan integral de renovación urbana y el rescate patrimonial y cultural de Maracaibo. Fueron sus accionistas iniciales la Gobernación del Zulia, el Instituto Nacional de la Vivienda, INAVI, y el Instituto de Desarrollo Social, IDES, dependencia de la Gobernación del Zulia.
Esta Sociedad Anónima adscrita a la Gobernación del Estado Zulia está ubicada en la calle Carabobo con avenida 5 (Urdaneta), y mantiene vigente el nombre de nuestro máximo héroe regional en cada restauración que hace para el disfrute y bienestar de propios y extraños.
El CRU, institución que lucha por el rescate de la memoria y el patrimonio histórico de Maracaibo, comenzó con un radio de acción que comprende el Casco Central, específicamente entre las avenidas Libertador y Rafael Urdaneta, y entre las avenidas El Milagro y Delicias, pudiendo accionar fuera de esta jurisdicción, si se tratase de elementos vinculados al hecho arquitectónico, urbano y cultural.
Uno de los aspectos futuristas de esta institución, es la creación de un circuito turístico-cultural en pleno Centro de Maracaibo, que abarcaría lo histórico, religioso, cultural, comercial y académico. Este gran proyecto llevaría por nombre Paseo Universitario, el cual estaría ubicado en la famosa calle Comercio y contaría con la Universidad de la Ciencia y la Salud, Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada, Universidad de las Artes y Universidad Bolivariana de Venezuela. Otro gran proyecto fue La Cinta Costera, una especie de Vereda del Lago que inicia en la terminal lacustre de lanchas en El Milagro, pasando por todo El Malecón, bordeando por detrás del Mercado Las Pulgas, para finalizar en la avenida Los Haticos, específicamente diagonal a la Terminal de Pasajeros de Maracaibo.
El Centro Rafael Urdaneta fue presidido inicialmente por Rafael Arispe, Ángel Urdaneta Fernández, Pedro Romero, Carlos Hernández Sideregts y recientemente por el ingeniero Francisco Urbina Nava.
Por: Agustín Arteaga