EL CIENTÍFICO HUMBERTO FERNÁNDEZ-MORÁN




ACLARATORIA: En informe del 18 de enero de 2025, emitido por la Academia de Historia de Estado Zulia, se publica la fecha oficial de nacimiento del Dr. Humberto Avelino Fernández-Morán Villalobos. Nació, el 15 de marzo de 1924, en Maracaibo, Zulia, aunque su hermano Dr. Tito Fernández Villalobos, en entrevista con monseñor Gustavo Ocando Yamarte en NCTV, Niños Cantores Televisión, afirmó que su hermano vino al mundo el 18 de febrero de 1924, en una casa ubicada en el barrio El Saladillo, a varias cuadras del Cementerio El Cuadrado, muy cerca del demolido puente Gómez, estructura vial que estaba cercana al Colegio El Brillante. En el siglo XX era muy común estos errores en los registros civiles, a muchos niños le asignaban la fecha de nacimiento, el mismo día que lo presentaban legalmente.

BIOGRAFÍA AMPLIADA DEL DOCTOR HUMBERTO FERNÁNDEZ-MORÁN

El hijo prodigio de Luis Fernández Morán y Elena Villalobos aprende las primeras letras entre Maracaibo y Curazao. Estudia un año en la prestigiosa escuela del maestro Hermágoras Chávez, siendo el alumno preferido del recordado y estricto "Maestro Escandela".

A los 6 años de edad su familia se radica en Nueva York y es inscrito en un colegio público donde logra la excelencia gracias a la facilidad de aprender idiomas. De regreso a Venezuela en 1936, es inscrito en el Colegio Alemán de Maracaibo, situado cerca de la plaza Bolívar. El Director de la institución le sugiere a su padre que lo envíe a estudiar en Alemania a los 13 años de edad, hecho que fue muy criticado por la sociedad marabina de entonces porque era apenas un niño.

En la tierra de los bosques y castillos se gradúa de bachiller con la distinción "summa cum laude", e igualmente practica el boxeo, un deporte que lo apasionaba; de igual manera se hizo conocedor de la música clásica por sus años vividos en Europa, y además le encantaba recitar poemas. Por la admiración a su padre, guía y mentor, que le sembró el amor por su tierra natal y por la figura de Simón Bolívar, personaje que le fascinó profundamente, decidió llevar los dos apellidos de "Papacito", como cariñosamente lo llamaba.

Fernández-Morán Villalobos, ingresa a la Universidad de Munich donde decide estudiar Medicina, Física y Matemáticas simultáneamente, alcanzando a los 20 años los títulos de Médico y Doctor en Medicina con la distinción "summa cum laude", los cuales fueron recibidos en un sótano y en pleno bombardeo de la Segunda Guerra Mundial. En varias ocasiones su padre le recomendó regresar, pero su respuesta fue que en ese país era donde impartían las cátedras que él quería cursar.

En 1944 de nuevo en su país natal, decide revalidar su título de médico, pero es rechazado por ser menor edad. Su padre lo envía al Hotel Guadalupe, en La Puerta, estado Trujillo, con un clima que le fascinaba, lugar donde no perdió tiempo para prepararse para tan importante reto académico. Al cumplir los 21 años, insiste de nuevo ante las autoridades de la Universidad Central de Venezuela y ocurre un hecho sin precedentes en nuestras universidades. Según el doctor y científico Marcel Granier, padre, miembro del Jurado Calificador, Fernández-Morán defendió su reválida con los máximos honores, siendo para las autoridades universitarias, la más brillante reválida en la prestigiosa universidad.

Ese mismo año, se traslada a los Estados Unidos de Norteamérica para trabajar en la Universidad George Washington como asistente de Neurología y Neuropatología. En 1946 de vuelta a su amada Maracaibo, labora en el Hospital Psiquiátrico y colabora en otras instituciones médicas, donde realiza las primeras veinticinco leucotomías transorbitarias con control radiográfico y bloqueo reversible de la región parafrontal. Posteriormente, viaja a Suecia, y poco después es designado director de la Sección de Electronocitología del Instituto Nobel de Física. En 1948 forma parte del Comité Organizador del Congreso Internacional de Psicocirugía en Lisboa. En 1951 recibe su título de Licenciado en Filosofía, Mención Biofísica, en la Universidad de Estocolmo. Humberto Fernández-Morán cursa una maestría en Biología Celular y Genética, para consolidarse como un científico e inventor de un gran prestigio internacional, además de recibir un PHD de la Universidad de Estocolmo.

En 1954 funda el Instituto de Investigaciones Cerebrales en los Altos de Pipe, estado Miranda, Venezuela, y en agradecimiento al general Marcos Pérez Jiménez, acepta el cargo de Ministro de Educación en 1958, cargo que ocupó por apenas nueve días, ya que el 23 de enero cayó el gobierno del mencionado dictador. En 1967 recibe el Premio y la Medalla John Scott en Philadelphia, EE. UU., por su gran invento La cuchilla de diamante, y luego, El bisturí de diamante, el cual puede cortar un cabello longitudinalmente en diecisiete mil partes. Durante diez años trabajó en el programa espacial Apollo de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, NASA. Siempre soñó con fundar un observatorio astronómico y biológico en el Sur del Lago de Maracaibo, en Perijá y en el oriente del país, pero nunca logró ese gran sueño.

En su interés por ampliar sus conocimientos, el Dr. Fernández-Morán se convirtió en un asombroso políglota, dominando a la perfección el castellano, inglés, alemán, sueco, portugués, holandés, danés, francés, latín, griego, noruego, entre otros idiomas. También se defendía ampliamente con el japonés e italiano.

Este zuliano de altura recibió del rey Gustavo Adolfo de Suecia, el título de Caballero de la Gran Cruz de la Orden Real de la Estrella Polar. Mediante un Comité constituido por la Gobernación del Zulia, y presidido por el doctor Roberto Jiménez Maggiolo, fue postulado para el Premio Nobel de Física en 1997. Sin duda alguna, el doctor Fernández-Morán es uno de los científicos más importantes que ha tenido Venezuela y un gran orgullo zuliano.

En su honor, un distribuidor de la ciudad de Maracaibo lleva su nombre; pero en este momento se construye en su ciudad natal el Museo-Escuela Humberto Fernández- Morán, el cual será instalado en la avenida El Milagro, al lado de la sede de la Contraloría del Estado Zulia. Según el ingeniero Francisco Urbina Nava, esta edificación está avanzada en un 75 %, lugar donde se impartirán las cátedras de Robótica, Astronomía, Escultura y Pintura. En sus espacios se distribuirán nueve murales donde se plasmará minuciosamente su fabulosa e interesante biografía.

Por: Agustín Arteaga





APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.