ERNESTO APARICIO, PELOTERO Y GERENTE
El Zulia si supo acoger al béisbol como disciplina deportiva. Familias enteras se entregaron a este deporte, dando parte de su vida para enaltecer a esta productiva tierra de peloteros, como es el caso de la consagrada familia Aparicio.
Uno de estos valores deportivos zulianos fue Ernesto Aparicio, hermano de "El Grande de Maracaibo", Luis Aparicio Ortega, y tío y mentor de nuestro Hall de la Fama Luis Aparicio Montiel.
El 2 de marzo de 2006, el pueblo zuliano despide a esta leyenda beisbolística, quien nos dejó sus números y sus creaciones para beneplácito de una fanaticada que jamás podrá olvidarlo, ya que está sembrado en el diamante de la cancha regional de nuestro béisbol.
LES OFRECEMOS PARTE DE LA VIDA DE ERNESTO APARICIO
El 11 de marzo de 1910, nace en Maracaibo, Zulia, el deportista Ernesto Enrique Aparicio Ortega, conocido como "El Comandante Pitirrojo".
Se inició en el mundo del deporte como practicante del fútbol con el equipo Ayacucho, para más tarde, incorporarse al Atlético B.B.C. de Luis Alejandro Chataing. Con su hermano Luis Aparicio Ortega y otros compañeros, fundó el equipo de béisbol Los Muchachos, que más adelante se convirtió en Gavilanes, el cual empezó a imponerse como campeón en los años 1931 y 1932, en los terrenos del viejo y recordado Estadio de Belén de Maracaibo.
En 1933 se inauguró el Estadio del Lago, y Gavilanes siguió con su racha victoriosa, mientras que Ernesto Aparicio unió a su calidad de jugador, la de entrenador y piloto, siempre acompañado de su hermano Luis Aparicio, "El Grande de Maracaibo"; hasta que en 1940 decidió retirarse como jugador activo para dedicarse a tiempo completo a las otras dos facetas deportivas del béisbol, lo cual continuó en el Estadio Olímpico de Maracaibo, hoy, Alejandro Borges.
En 1957, por fricciones entre los hermanos Aparicio, Gavilanes desapareció, tras un brillante historial deportivo en el cual conquistó 15 campeonatos y cuatro subcampeonatos, aparte de varias series particulares. El equipo volvió en las temporadas 1958-1959 y 1959-1960, para ocupar solo un tercer lugar y desaparecer en forma definitiva.
"El Comandante Pitirrojo" recibió en vida múltiples reconocimientos, placas, condecoraciones, botones y diplomas por su eficiente desempeño como jugador, entrenador y mánager, tanto del béisbol profesional como del béisbol menor, pero quizás, su mayor logro deportivo fue haber influido en la formación profesional de su sobrino Luis Aparicio Montiel y de Oswaldo Guillén, dos legendarias figuras dentro del béisbol nacional e internacional.
Por: Agustín Arteaga