HISTORIA DEL ZULIA DEL 6 DE SEPTIEMBRE
1775, el obispo de Venezuela Mariano Martí, firma en Maracaibo un reglamento para el establecimiento de una cátedra de Gramática en la ciudad, donde el maestro no recibiera pago alguno… LEA MÁS EN: www.elzulianorajao.com/noticias/historia-de-la-educacion-en-el-zulia/
1822, al perder la Batalla de Salina Rica, los patriotas pierden también la plaza de Maracaibo, que habían obtenido gracias al pronunciamiento de 1821. Las tropas republicanas se desplegaron a Gibraltar, Sur del Lago de Maracaibo, donde el marabino Juan Evangelista González se encargó del Cuartel General.
1839, nace en Coro, Falcón, Francisco Eugenio Bustamante, quien fuera docente y rector de la Universidad del Zulia, además de médico de mucho prestigio en nuestra región… LEA MÁS EN: www.elzulianorajao.com/noticias/doctor-francisco-eugenio-bustamante/
1916, nace en Cuba el cantante Miguelito Valdés, para muchos el mejor guarachero de todos los tiempos. En una de sus presentaciones en Venezuela se topó con nuestro Cheo García. Este último le pidió al maestro Billo que le permitiera interpretar tres canciones escogidas por él. Cuando Valdés escucho a "Pipiolo", como lo llamaba Billo, expresó: "Oye! ese tipo canta más que yo".
1918, muere en Caracas el general zuliano Neftalí Urdaneta, décimo hijo de nuestro héroe Rafael Urdaneta. Neftalí fue gobernador de Caracas en 1890 y ministro de Fomento en 1891. Contrae nupcias en 1874 con Micaela Revenga y Clemente, hija del prócer José Rafael Revenga, quien fue secretario del Libertador. Los hijos de Urdaneta fueron tan brillantes como su padre.
1945, nace en San Félix, Táchira, el locutor, periodista y profesor universitario Héctor Edesio Escalante Ramírez, autor del libro La radio en el Zulia. El profesor Escalante Ramírez se paseó como locutor por varias emisoras del Zulia, y al egresar como Licenciado en Comunicación Social de LUZ, ocupó el cargo de jefe de Información de Radio Maracaibo 740 AM; para luego dedicarse a la docencia en casi todas las universidades del Zulia.
Por: Agustín Arteaga