LA TRISTE PARTIDA DE CHERRY NAVARRO




1967, toda Venezuela convulsiona con la nefasta noticia de la muerte repentina de la nueva estrella de la canción nacional, el monaguense Cherry Navarro.

Por medio de esta reseña conocerán algunos pormenores de la terrible enfermedad que acabó con su vida y con una gran promesa de la música popular y tradicional de nuestro país.

PERFIL DE CHERRY NAVARRO

El 9 de julio de 1944, viene al mundo en la población de Caripito, estado Monagas, Alexis Enrique Navarro Velázquez, el conocido cantante "Cherry" Navarro. Su familia se muda a Caracas, donde conoce en la escuela a quien sería su mejor amigo, José Luis Rodríguez, "El Puma", quienes fundaron el grupo Canaima. Perteneció a la agrupación musical del famoso compositor Chelique Sarabia, y en 1966, ingresa a la orquesta Los Melódicos.

Un día antes de partir a España, se presentó en el programa del "Pavo" Ledezma, y acompañado de su novia María de las Casas (Miss Venezuela 1965), deciden ir a la discoteca La Morocota en el sector Altamira de Caracas, donde se encuentran con Renny Ottolina, Mirla Castellanos, Chelique Sarabia, José Luis Rodríguez, Rosa Virginia Chacín y Mirta Pérez, quienes le hacían una rueda mientras Cherry les bailaba y cantaba La bostella, éxito que había grabado con Los Melódicos. De repente, María de las Casas anuncia el retiro porque Cherry no se sentía bien. Tiempo después, nota que al rasurarse no cicatrizaban sus heridas, y al acudir al médico le diagnostican aplasia medular, consiguiendo como donante a su hermano menor René Navarro, ingresando de emergencia al Hospital Vargas en la noche del 18 de septiembre de 1967, pero su organismo rechazó el trasplante, muriendo ese mismo año y contando apenas con 22 años de edad.

Entre sus éxitos recordamos: Aleluya, Como yo te quiero, Mi propio yo, Orinoco río abajo y la danza zuliana Chinita de Maracaibo, compuesta por su gran amigo y maestro Chelique Sarabia.


Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.